viernes, 7 de diciembre de 2007

Trayectos escolares 2007

Hola:
Iremos subiendo a este espacio los relatos de los trayectos escolares. Sabemos bien que lo que somos hoy día se fue construyendo a través del paso por diferentes instituciones que, para bien o para mal nos marcaron. Los trayectos personales nos condicionan incluso en las decisiones actuales que tamamos, así que este ejercicio de introspección y reconstrucción de la memoria es importante.

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El profe dijo...
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El profe dijo...

La voz del silencio
Analía FLores

"puedo querer decir lo que digo, pero indirectamente,
en un segundo paso, en palabras que tomo y devuelvo
a la comunidad de acuerdo a las reglas que ella establece,
mi voz puede significar, pero sólo con otras"
Michael Holquist (1993:3)

…"mi voz puede significar", fue uno de los tantos cuestionamientos a lo largo de mi trayectoria escolar, desde los inicios de mi proceso de socialización, la escolaridad, me destaqué por la buenas notas, ser querida por las maestras, ser escolta, y respectivamente abanderada, era el fin último, recordar simplemente la cantidad de notas entre 9 y 10 era un gran logro y por ende la exigencia era personal y no así familiar, debido a que mi permanencia en la escuela dependía de la cantidad de MB y Sobres adquiridos durante el año lectivo.
Los docentes eran presentados como autoridades incuestionables, poseedores de la verdad absoluta, por lo que mi silencio y mi pasividad eran necesarios para lograr tal proceso de formación.
En lo que se refiere a el aspecto de la exposición frente a un otro capaz y dispuesto a escuchar, era sobre todo un desafío, en el que me sentía totalmente incapaz de enfrentar, no así lecciones orales, donde reproducía todo lo que mi cabeza podía almacenar y en las cuales mi calificación era excelente.
En consecuencia esto fue de alguna manera un condicionante para la escritura, ya que la idea plasmar pensamientos propios en una hoja era inexistente. La escritura como lo expresa Daniel Casssany (1994:257) "sabe escribir quien es capaz de comunicarse coherentemente por escrito, produciendo textos de una extensión considerable sobre un tema de cultura general", desde esta perspectiva pudo afirmar, "en mi trayectoria primaria no escribí en lo absoluto" solo reproducí una serie de signos vacíos de sentido. La producción propia solo pude observarla, desde una mirada retrospectiva, cuando durante mi secundaria escribía poemas, allí lograba expresar todo lo que deseaba comunicar, no solo lo que me sucedía en el aspecto personal, sino también lo que otras personas vivían y sentían.
Pero volviendo a mi infancia, la escritura fue una materia pendiente ya que sentía la necesidad de modificar aquello que escribía, pero condicionada a correcciones de carácter gramatical, por lo que, si no existían errores ortográficos el texto estaba correctamente escrito. Aún escribiendo actualmente en la computadora no avanzo con la escritura si encuentro errores ortográficos, ya que los mismos causan en mi, una molestia como si algo estuviera fuera de lugar. La ortografía es uno de los primeros factores que en principio de este año lectivo, en la materia de Didáctica de la Lengua y la Literatura consideraba primordial, y digo consideraba, porque la concepción de escritura era muy limitada, a pesar de ya haber transitado ena instancia de escritura, la importancia , el valor y sobre todo que significa, ahora, la escritura en mi carrera y en mi formación es totalmente diferente. Aunque no deja de ser un factor importante a tener muy en cuenta.
Pero si se trata de comunicar de forma coherente, como lo expresa Cassany, la escritura se convierte en un proceso muy complejo, donde también existe la exposición ante un otro, incluso nosotros mismos nos convertimos en ese otro, el texto cobra vida propia y transmite ese carácter de vitalidad en cada lectura, en cada corrección, en cada reescritura, por lo nos leemos constantemente por medio de las palabras.
Sin duda las perspectivas de enseñanza y del sistema educativo, fueron diferentes a las que rigen a nuestro sistema en la actualidad, es por ello que en muchas ocasiones necesité las tan conocidas "recetas" de los profesores para decirme que hacer, como y cuando. Ellos representaban la fuente del saber y el conocimiento erudito, por lo cual, solo debían transmitírmelo así yo podía reproducirlo, nunca imaginé que yo también era poseedora de conocimiento y además podía relacionarlo con los de los profesores y otros mediadores para construir así un nuevo conocimiento.
A pesar de parecer la repetición de una teoría de enseñanza, es uno de los tanto cambios producidos en mi persona a nivel intelectual y personal.
Relacionado con estas dos habilidades lingüísticas o macrohabilidades, la de hablar y escribir, existen "otras destrezas también lingüísticas pero más específicas y de orden inferior, que se denominan microhabilidades" Cassany (1994:87).
Como por ejemplo: durante mi paso por la escuela primaria, "la escucha" fue solo con el interés de "memorizar" aquello que los maestros necesitaban para lograr ser una alumna ejemplar, así gané el cariño de todas las maestras, el hecho es, que la escucha se traducía a cumplir literalmente lo que me pedían y jamás cuestionar ningún mandato, hasta tal punto de no reconocer mi rol como estudiante y cual era el fin de asistir a la institución. En tercer grado solía pelar semillas de girasol, para mi maestra y ella copiaba en un papel de apuntes la tarea, así podía, en mi casa, pasarla al cuaderno con la resolución de la tarea incluida. A pesar de que mi intención era logra la mejor relación posible con mis docentes, no lo logré, ya que no existió la comunicación, en ese momento creí que asentir con la cabeza y escuchar en silencio sin interrupciones, era la mejor manera de escuchar y aprender. Esto me lleva a reflexionar acerca de lo que Cassany establece cuando dice: "escuchar es comprender el mensaje, y para hacerlo debemos poner en marcha un proceso cognitivo y de construcción de significado y de interpretación de un discurso pronunciado oralmente"
La construcción de significado no solo se encuentra al escuchar, sino también, cuando escribimos, la intención de comunicar, de expresarse, de producir arte, es sin duda construcción de sentido, la polisemia surge con la lectura de imágenes, de enunciados, con la actualización de los textos.
Esto me lleva necesariamente a repensar mi paso por la secundaria, en lo respecta a la lectura, donde solo leíamos fragmentos de obras literarias, solo recuerdo las primeras estrofas del "Martín Fierro". Al estar finalizando el curso de tercer año de la carrera de Lengua, la visión de la lectura es sumamente significativa en mi vida, ya que considero lo que Cassany establece: "quien aprende a leer eficazmente y lo hace con constancia desarrolla, en parte, su pensamiento." (op cit, 1994:193). La lectura se convierte entonces en un proceso de resignificación y crecimiento.
No puedo dejar de traer a mi memoria el arduo proceso de escritura, del artículo de divulgación científica, trabajado en el taller de escritura desde la cátedra Didáctica de la Lengua y la Literatura. Ya que mi tema fue "lectura de literatura", tomé la elección del tema "lectura " porque considero sumamente importante saber que leer no es solo pasar los ojos por las líneas, siguiendo un encadenamiento de palabras, sino que la construcción de significado es muy relevante, las lecturas previas son de alguna manera un factor a tener en cuenta.
Durante la secundaria considero mi rol como estudiante, totalmente pasivo, ya que, en la cátedra "lengua y literatura" el eje mas importante fue la historia de la literatura, leyendo como ya lo mencioné solo fragmentos de obras literarias, también era importante estudiar los movimientos literarios y sus características.
Desde el ámbito familiar, era imposible acceder a libros o bibliotecas, debido a mi historia personal, donde el estudio para mis padres no era prioridad y por ende los libros o fotocopias no eran medios necesarios para mi educación.
Así, la lectura fue una otra materia pendiente en mi trayectoria, hasta llegar al Nivel Superior en el que actualmente curso. Mis razones de inserción en dicho nivel fue por razones totalmente ajenas al crecimiento personal, al estar atravesando una situación familiar muy particular, vi una salida rápida en los estudios, que en ese momento, me proporcionaban la comodidad de estar relativamente cerca de mi domicilio y en un horario favorable para el estudio. El primer año de la carrera fue sumamente difícil para mi, ya que integrarme al grupo fue casi imposible hasta el final del segundo año de la carrera, y en lo que sigo trabajando hasta la actualidad, todavía surge en mi el miedo a la equivocación al expresarme, o de manifestar algo de manera errónea, el miedo a las correcciones, o la vergüenza de ponerme en evidencia frente al otro.
Otro de los grandes obstáculos con los que sigo trabajando es la concepción de un examen, mi primera experiencia al desaprobar una materia, la cual no la viví ni en la primaria ni en la secundaria, fue en segundo año con la materia de Gramática I la cual consideré un fracaso personal.
Superar un "desaprobado" fue todo un logro para mi persona, las consecuencias fueron favorables en el sentido de tomar los exámenes como una instancia mas de reafirmación de conocimientos y no de manera determinante y final, sino una extensión en mi aprendizaje.
En el aspecto de la expresión oral, transcurrió el primer año sin muchas modificaciones, en la escritura tenía demasiados errores en las estructuras oracionales, y sobre todo en tratar de manifestar las ideas que intentaba comunicar, me tomaba demasiado tiempo expresar por escrito mis pensamientos, y la lectura fue sumamente difícil crecí con la idea de que los textos solo podían decir lo que ya estaba en palabras, así que considerar que por medio de la lectura se podía construir un texto nuevo, era imposible, así que cuando me pedían analizar una obra o comentarla yo solo leía y comentaba el argumento y me imposible encontrar otro sentido o inferir acerca de lo que cada palabra significaba, solo podía hacerlo literalmente.
Otro condicionante, fue que no poseía el hábito de la lectura, por lo que en algunos momentos me resultaba una pérdida de tiempo, durante ese año tenía muy presente una frase de uno de los profesores de las materias literarias, que nos solía afirmar "si no te gusta leer no podes hacer esta carrera", a lo largo de ese año comprobé que era así, no solo se trataba de leer los libros, sino la cantidad de fotocopias de material teórico, también implicaba una lectura analítica y reflexiva que demandaba tiempo y atención. Resultaba vergonzoso cuando lo profesores preguntaban que textos habíamos leído en la secundaria, y cuales recordábamos, cuales nos habían atrapado mas, y por mas que hacía el esfuerzo, no lograba recordar ninguno , saber menos que los demás estudiantes era una presión que con el tiempo logré superar.
El segundo año del terciario fui tomando conciencia de para que estaba cursando la carrera, si realmente quería ser profesora, enseñar y aprender en le proceso, que es un aspecto que pude resolver recién en el tercer año.
El segundo año, fue un periodo de reflexionar acerca de la carrera y el porque de la elección, al intentar integrarme provoqué ciertos conflictos con mis compañeros ya que mi postura frente a los demás era muy cerrada, consideraba un error modificar mi manera de pensar y además aceptar las posturas diferentes a las mías. Consideraba "palabra santa" lo que los profesores manifestaban sin discusión, acepté mi formación como un desafío incuestionable.
Mejoré en el aspecto de la escritura tras mucha práctica, no así en la expresión oral, la exposición frente a profesores o compañeros sigue siendo todo un desafío.
El tercer año lo considero un año clave en mi desarrollo personal y de formación, ya que mi perspectiva se modificó casi en su totalidad frente a la carrera y mi formación como docente.
No recuerdo haber reflexionado a lo largo de la primaria y la secundaria acerca de la importancia de la materia específica de lengua y literatura, tampoco lo hice en el los dos año previos a esta instancia, alguna materias me llevaron a cuestionarme acerca de la especificidad de este espacio curricular, lengua y literatura, para que, como enseñar, y que enseñar fueron algunos de los aspectos que consideré relevantes.
Al comienzo de año se explicitó en la cátedra de Didáctica de la Lengua y la Literatura, que esta materia debía causar un cambio o reflexión en nuestra postura frente al conocimiento, frente a la enseñanza y sobre todo frente a nuestra visión como futuros docentes, lo cual consideré interesante pero en mi caso imposible.
Los diferentes talleres, propuestos por el profesor titular, el primero de oralidad, en el cual se consideraba la expresión oral y la comprensión oral, el segundo el de la escritura, el cual fue trabajado a través de la conformación de una revista la cual incluye producciones de artículos de divulgación científica, producidos por nosotros los estudiantes de tercer año con destinatarios concretos, los alumnos de primer año de la misma carrera .
Comprender que el lenguaje es un medio para la comunicación, que está presente desde nuestro nacimiento, es innato, nos permite repensar acerca de la importancia y relevancia de la lengua, para con nuestros alumnos, los adolescentes, en un mundo globalizado.
Lo que intento con este trabajo de reflexión, es revalorizar el lenguaje como elemento imprescindible para la comunicación; la realidad adolescente y las realidad educativa son al parecer diferentes y ,hasta en algunos casos, antagónicas. Es por ello que consideramos relevante mirar al docente como un profesional de la educación cumpliendo un rol socializador. Entendiendo que la formación docente es sin duda una de las práctica más complejas, "cuando se habla de formación se habla de formación profesional, de ponerse en condiciones para ejercer las prácticas profesionales" (Ferry G. 1997:54).
Esto implica encontrar una forma propia a través de lo que Ferry G. llama "mediadores" . quienes serán los libros, docentes, los IFD, la universidad y todos aquellos, que formen parte de la formación de cada uno de los sujetos dentro del sistema educativo. No debemos olvidar la "trayectoria escolar y el habitus" que menciona Bourdieu, ya que es parte de la famosa "mochila" que cada docente carga.
Así, debo dejar muy claro que la formación profesional, es la formación práctica, cuando hablamos de formación docente, nos referimos sin dudas una formación en las prácticas de enseñanza.
Al considerarme como futura profesional de la educación, asumo un compromiso de dimensiones tales como la moral, ética, acción y reflexión constante, teniendo en cuenta la realidad que me circunda, etc.
Por lo tanto "estudiar no es una acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas" (Freire 1984:53). Es decir que no debo estudiar para reproducir lo que "otros" dicen, sino, debo reescribir y reinventar la realidad a partir de la existencia misma de cada actor social.
Desde mi cátedra Lengua y Literatura, es importante reconocer al docente como mediador de herramientas indispensables, y sobre todo, constructoras de conocimientos que permiten a los estudiantes, seguir desarrollando sus habilidades cognitivas. Pero es sumamente importante conocer cual es la realidad de los sujetos que aprenden, nuestros adolescentes, nosotros mismos y la utilización del lenguaje, para poder entender diferentes formas de manifestación dentro y fuera de las instituciones educativas.
Para ello fue necesario hacer un diagnóstico para conocer cuales son los intereses de nuestros alumnos frente al lenguaje y su concepción del mismo, dentro de un campo de significación.

Sería interesante "pensarse", "narrarse", "leerse" y "expresarse" como personas a los que les interesaría lo que los otros piensen, sientan, digan o hagan, para ello no hace falta ser un erudito, simplemente basta con ser seres humanos dispuestos a pensar, reflexionar y aprender del otro, para desmitificar la realidad que nos circunda, de alguna manera la literatura nos ofrece esta alternativa.
Otra de las instancias de aprendizaje, fue la breve práctica realizada en el tercer año durante un periodo prudencial en la cátedra de "práctica: curriculum y enseñanza". La conflictividad que se deriva de la práctica del docente, no es sino la lógica consecuencia de tener que abordar en unas determinadas condiciones materiales y organizativas la escolarización masiva, teniendo en cuenta dos principios : el derecho a la igualdad y derecho al respecto de la singularidad.
Asimismo la docencia es una tarea sin una remuneración justa, sin el reconocimiento social y profesional que merece, es por ello que nosotros futuros docente consideramos la necesidad de reconocernos como profesionales de la educación, ya no como salvadores o padres y ya no la docencia como un sacerdocio. Es una profesión sumamente compleja y comprometida pero no por ello menos importante que los demás sectores del trabajo.
Estar en la situación de practicantes en la tarea docente, es ponerse a prueba, poner en juego todas nuestras habilidades, saberes, pero también es descubrir que existe el miedo a no saber hacer el trabajo (práctica), a no saber desempeñar ese rol que hoy cobra importancia fuertemente en nuestras vidas. Pero también me ayudó a entender que el aprendizaje, es una realidad, un proceso muy complejo donde el pensar y actuar están estrechamente relacionados.
Es muy impactante dejar el rol de alumno y pasar al que aspiramos, al rol docente, pero mucho más difícil es seguir siendo docentes con aspiraciones, con sueños que no sean destruidos y con una sociedad y un estado que reconozca la labor de cada día.
La instancia de intervención fueron un muy interesantes para mi . En una primera experiencia de acercamiento a una situación de enseñanza fue bastante traumática, cometí muchos errores, creo que de principiante, de los cuales mencionaré algunos:
Entré al aula sintiendo temor de los alumnos
La idea de que habría personas cuestionando mis conocimiento, causó en mi inseguridad
El lenguaje utilizado a lo largo de la clase fue unívoco y lleno de tecnicismo
Las explicaciones no contaban con muchas aclaraciones para los alumnos sino que se repetían constantemente.
El ruido, las interrupciones , los comentarios y uno que otro rumor, que son necesarios para lograr la dinámica de clase fueron un condicionante.
Y así fueron desarrollandose una serie de situaciones en las que me sentí sumamente fracasada y por lo tanto me constó a cada segundo seguir y solo rogaba por que la hora terminara.
La presencia del profesor Sergio Grabosky no favoreció para nada mi desempeño ya que me inetresaba que el me reevaluara y no así cumplir con la tarea de enseñar que en ese momento tendría que haber sido mi objetivo.
Una vez finalizada la clase, literalmente, "huí" de la institución, con un nudo en mi garganta esperando no tener que regresar nunca más. Al llegar a mi domicilio comencé llorar la humillación, la decepción, y la frustración y enojo conmigo misma fueron provocando un rechazo hacia los alumnos. No puedo negar que en un momento, para mi, ellos se convirtieron en culpables.
A medida que avanzó el día, mi desesperación fue aumentando, ya que, en horas de la noche debía enfrentar a mi docente, el cual era el titular del curso donde yo realizaba mis practicas.
La devolución que no fue por parte del profesor de manera verbal me ayudó a repensar mis prácticas, cuando asistimos a la clase que seguía comencé a considerarla como una oportunidad de reivindicación como futura docente, pero sobre todo con los chicos, no quería que se fueran sin que yo les diera lo mejor que podía ofrecerles
La instancia de evaluación también fue un periodo difícil, ya que los criterios para evaluar las reseñas de los alumnos, fue si tenían errores y estaba incompleto, debía ser desaprobados y el profesor nos pidió que pongamos notas valorativas (con números), en lo particular el desaprobado o aprobado no fue un problema, si la calificación.
La intervención con alumnos concretos, fue buena para mi, perder el miedo a los chicos y sentir que tengo lo necesario para emprender esta tarea docente, que es la de enseñar, fue un gran logro, considero que debo replantear la idea de jugar con este rol de docente y salirme del rol de alumna para poder lograr los objetivos planteados.
La importancia de sentirme todo el tiempo evaluada es algo que a veces me supera, pero considero que un docente que no nace como tal, se va formando o conformando con las experiencias vividas en el aula.


Analía Caludia Flores

El profe dijo...

DE
GARABATOS
A
REFLEXIONES

Mis pasos por las diferentes instituciones
Josefina Hernandez
Hoy comencé a recordar mis pasos por el Jardín de infantes y lo primero que vino a mi memoria fue el nombre de la seño Perla.

El Jardín fue algo más que ir a la escuela, significó encontrarse y sentirse parte de la fantasía.

Nos sentábamos en unas pequeñas sillas de colores y escuchábamos día a día la lectura de un cuento, que hoy los enmarcaría en los famosos tradicionales (Cenicienta, Blancanieves, Caperucita Roja, Pulgarcito entre otros).

El escuchar diferentes narraciones me transportaba a un mundo completamente diferente; para darle mayor expresividad a la lectura utilizaba muñecos de plásticos con movimientos de personajes.

Luego me hacía relatar en forma oral lo escuchado; a partir de estos ejercicios ejercité mi expresión oral y comprensión lectora; también aprendí a escribir mi nombre ¡Qué importante! sentir que los garabatos tenían dueño y no podían confundirse con otros.




El ingreso a primer grado no significó grandes cambios, al principio, y realizo esta aclaración porque tuve varias maestras ¡Oh problema!, cada una con una forma diferente de enseñar, con personalidades distintas. No terminaba de conocerla y acostumbrarme que enseguida se producía el cambio.

Con la seño “Chita” aprendí todas las vocales y algunas consonantes y a partir de allí era unirlas para formar sílabas y luego palabras.

Las primeras enseñadas fueron:




ala oso indio enano uva
ala oso indio enano uva

y tenía que repetirlas varias veces con letra de carta y de imprenta.

La lectura era ejercitada con el libro “Piruetas”, ¡Qué hermoso libro! me encantaba el oso vestido de pirata que se encontraba en la tapa y los diferentes dibujos de colores que llamaban la atención; la tarea para la casa consistía en realizar oraciones con las palabras aprendidas.

Ese oso se asoma.
Mamá amasa sola.

A partir de segundo hasta el séptimo grado, no puedo recordar como fue claramente por año el proceso enseñanza aprendizaje de lectura, escritura y oralidad, lo que recuerdo es que las maestras eran bastante autoritarias, agredían en forma verbal, llegaban renegando y se retiraban renegando. ¡Ah! me olvidaba de lo más importante, tenía que aprender las poesías de memoria, la que mi hizo padecer fue “El alma del payador” en séptimo ¡Que palabras difíciles de entender”. Cuando me olvidaba un verso tenía que comenzar de nuevo, no era como el juego de la rayuela.

Que ironía, ser inteligente era sinónimo de memorizar correctamente.




Las descripciones consistían en escribir en el cuaderno teniendo como modelo la figura de un gato o de un perro en el pizarrón, porque en esa época no había naturaleza viva que yo pudiera observar para describir.

En el secundario los aprendizajes cambiaron, los docentes manifestaban la importancia de la gramática para poder escribir bien en los primeros años y en los últimos la literatura tenía un rol importante con las lecturas y análisis de las obras (Bodas de Sangra, La casa de Bernardo Alba, Don Quijote, El poema del Mio Cid, Las Églogas entre otras).

Leer y comentar lo leído eran los trabajos de oralidad y escritura, escribir el argumento de la obra, descripción de personajes, lo de siempre. En esa época a nadie le preocupaba si las obras propuestas respondían a mis intereses o si cumplían con cierta funcionalidad.

Para lograr estos recuerdos tuve que hacer una mirada retrospectiva sobre mis aprendizajes y qué tristeza haber sido formada en un mundo donde las voces críticas y creativas estaban silenciadas y apagadas por el monstruo de la tiranía y represión; donde el maestro era dueño de la verdad, de su verdad.




Cuando ingresé al profesorado para la Enseñanza Primaria, pensé que el proceso de enseñanza – aprendizaje cambiaría, pero todo continuaba igual, tenía que escuchar y repetir lo que el docente enseñaba.

La oralidad (comprensión y habla) nunca fueron vistas como habilidades de la lengua; escritura y lectura siempre ocupa un lugar importante.






Encontrar un espacio y un tiempo para dejar volar la imaginación, sentir que tengo un nombre y apellido, Josefina Hernández, que puedo expresar mis ideas y vivenciar el pensamiento es la puerta hacia la libertad, es lo que significa el ingreso al profesorado en lengua.

No fue fácil acostumbrarme a una lectura integral, de varios textos para las diferentes materias.

Desde el primer año el proceso de enseñanza – aprendizaje en las áreas especificas (Lengua y Literatura) consideraron que para que un alumno pueda comunicarse con eficacia necesito desarrollar las cuatro habilidades lingüísticas: hablar, escuchar, escribir y leer; y desde los diferentes espacios curriculares lo fueran logrando.

Observar en la actualidad los escritos producidos los años anteriores hasta principios de este año, en especial los de didáctica de la lengua y compararlos con los actuales ¡Qué logro!; realmente la educación es un proceso.

Mi preocupación siempre fue la escritura, porque atendía al mismo tiempo cohesión y coherencia, gramática, etc.



Pensaba que el buen escritor era la persona que escribía por primera y única vez un texto, qué equivocada que estaba. Con la confección del presente trabajo fueron varias hojas las que quedaron en el silencio.

Que importante es sentirse protagonista de la propia historia, en este caso compartir vivencias sobre el proceso enseñanza – aprendizaje.

Haber elegido el Profesorado en Lengua me hizo descubrir un sinfín de respuestas a preguntas que en su momento no encontraba. Buscar entre los cassetes o colocar en retroceso las agujas del reloj no fue nada fácil.

Sin embargo lo he logrado y lo que es aún más importante, es que tengo otra visión de enseñanza, porque no todo es repetir lo que el otro dice, sino, brindarme y brindarle un espacio de reflexión para no caer en el mismo error.

El profe dijo...

LA VIDA COMO UN DICHO
Mercedes Saravia

“NO SERIA DEMASIADO DIFÍCIL ESCRIBIR
SI NO SE TUVIERA QUE PENSAR TANTO ANTES”

PUIG I FERRETER



Tantas ideas recorren mi cabeza, que es una tarea difícil el tratar de ordenarlas, no se si por relevantes, significativas u orientadoras.
Para un trabajo reflexivo, creo necesario un planteo entre dos cuestiones por un lado definirme como sujeto, que concepción de mujer adopté, y por otro lado cual es la base experimental que me permite indagar en relación con las representaciones que se fueron construyendo en mi mente sobre los sujetos implicados en el sistema educativo.
Sobre la concepción de mujer como sujeto social, debo decir que me considero completamente “sujetada” a reglas y normas que llegaron a marcar y estructurar mi persona, mucho tuvieron que ver en esto mis primeros educadores, mis padres, con ellos aprendí algunos significantes que remiten a la ley y el deseo, a lo permitido y a lo prohibido, a los premios y a los castigos, a la autoridad y a la autorización.
De mi paso por la escuela, no recuerdo experiencias relevantes, sólo sabía obedecer y responder. Recuerdo los cuadernos que he llenado haciendo ritmos con líneas rectas o curvas, el enano y el gigante elelelelel . o la famosa frase “mi mamá me mima”.
No se me permitía faltar, tal es el caso que una vez en jardín preparándonos para asistir a la casa de la cultura, mi maestra que no recuerdo el nombre, me descubrió las ampollas de varicela y me devolvió a mi casa acompañada de la portera, era jueves, el lunes estuve en el jardín como de costumbre pero sin la vivencia de mis compañeros.
El año escolar, lo tenía muy presente, se hacían las tareas y se trabajaba en la casa, ayudando a mamá. Las vacaciones eran de lo mejor, llenas de juego, visitas y algunos viajes (aunque estos eran sólo en el interior de mi provincia, tengo mi familia que vive en el campo), eran vacaciones sin obligaciones, ni responsabilidades. Compartíamos con un grupo de amigos/as, experiencias y travesuras. Éramos como diez o doce, contando dos amigas que llegaban de Bs. As. Vacaciones espectaculares, en las que jugando a veces yo era la maestra.
La primaria por suerte pasó rápido, nunca rendí ni me quedé de grado. La única docente que recuerdo es la señorita Anise, quizás porque fue maestra en primero y segundo grado y por que luego fue maestra de mi hermano, entonces su nombre seguía resonando.
Hoy puedo decir, después de las lecturas de algunos autores, pedagogos o literatos, que es muy importante la relación que se establece entre un alumno y su maestro que puede llegar a marcar significativamente a ese sujeto que aprende, enseñar no sólo a repetir sino a pensar.
No recuerdo los libros de textos, pero si las reglas ortográficas y las tablas de multiplicar.
Mi experiencia por la secundaria fue muy diferente, recuerdo el nombre y los rostros de los que fueron mis profesores.
Nunca hice un test vocacional, pero observando como se desenvolvían mis profesores, yo quería ser como ellos, “docente” profesora, me gustaba Educación Física, Biología, Filosofía. Ensayaba el rol siendo catequista en la parroquia.
Mi desarrollo social como persona se asentó sobre las siguientes bases: señorita de la casa, responsable, recatada.
Tuve la experiencia de estudiar en la universidad, en la carrera de Biología, todo bien en lo que respecta a la teoría, había que leer, relacionar y comprender. Pero no resultó cuando debía hacer las disecciones a los distintos animales, no soporté la disección del sapo, deje luego de haber cursado hasta el tercer año.
Comencé a trabajar. La edad y mi responsabilidad me lo exigían, mi primer conocimiento laboral fue en un colegio, como preceptora. Fue una hermosa práctica, dos años que disfruté mucho por lo que hacia, estar en contacto con adolescentes, compartir y responder a sus inquietudes. Disfrutaba de las horas libres por que era yo la encargada del aula. Los profesores dejaban actividades para que realicen las alumnas. Entonces me posesionaba en el rol docente y la actividad se concretaba.
Otra cuestión que me gustaba tratar con las chicas era el tema de los relatos, relatos de experiencias, respondiendo a sus demandas comentábamos por ejemplo las sensaciones del estar enamoradas y hacíamos volar la imaginación hacia ese príncipe de nuestros sueños. Hoy asocio esos discursos al mundo maravilloso de la ficción, ese mundo que nos invita a soñar y ampliar nuestros horizontes. Y que para que sea realmente significativo debe estar atravesado por nuestras experiencias.
La vida siguió su curso, nuevas experiencias se hicieron presentes. Cuando me case sólo cambie de rol. De “docente” a esposa y madre. Aunque la idea de la docencia seguía fija en mi cabeza. Empecé, sin llegar a terminar, a estudiar para maestra catequista en el ICAS de los tres años, sólo hice dos. Como experiencia todo es rescatable. Un “dicho” que me da vueltas siempre en la cabeza es “el saber no ocupa lugar”.
Pasó el tiempo y entre tanto, miles de actividades, preocupaciones y responsabilidades. La mujer maravilla, “súper woman”. Tratando de acaparar y ocuparme de todo y de todos me enfermé, el estrés me superó.
Y hoy estoy aquí… en tercer año del profesorado de Lengua, puedo decirlo con todo el orgullo que sea posible y gritarlo a los cuatro vientos, “nunca es tarde cuando la dicha es grande”. Esta carrera significa mucho para mí, es una realización personal, es una meta que me propuse alcanzar.
Hay algo que no puedo dejar de mencionar, en mi vida he leído tanto como lo hice hasta ahora en estos tres años, que disfruté cada palabra, cada texto, cada autor. Mi vocabulario se enriqueció, mi expresión oral y escrita ya no es la misma, haciendo comparaciones con los primeros trabajos de producción escrita, puedo observar un gran avance.
La interpretación tanto de las consignas como de los textos, también se modificó. Recuerdo mi primer examen en la carrera, fue Literatura Universal, el profesor me dijo “tenés un cinco, no por que no sabes, sino porque no interpretaste la consigna, y en vez de responder objetivamente lo que se te pedía, te fuiste por las ramas y las ramitas”. Me dolió mucho ese cinco, pero me ayudo en el futuro de la carrera. Desde allí opto por que mis exámenes sean en forma oral. Obviamente que todavía me falta mucho por aprender y lógico la carrera aun no termino. Además “todos los días se aprenden cosas nuevas”. Esto quizás sea lo que responde a esa casi obsesión que tengo por no faltar, la asistencia diaria a la institución es como un “puntal” en mi formación, no encuentro excusas para faltar, es como una necesidad el asistir y no perderme de nada. Todo lo que acontece es una herramienta más que tengo y suma a mi experiencia.
Esta carrera que ya es parte de mi vida, me ayudo para desenvolverme en muchos aspectos, por ejemplo me dio las herramientas necesarias para poder expresarme con fluidez y soltura, haciendo uso correcto del lenguaje en las charlas pre Bautismales de la parroquia.
La bibliografía que manejamos, en los diferentes espacios curriculares, me permitió ampliar mis conocimientos sobre problemáticas adolescentes, que puedo volcarla al trato con mis hijos. Sabiendo cual es la edad evolutiva por la que atraviesa, cuales son sus necesidades. Poder responder a sus demandas.
Este año nos costo, requirió de mucho esfuerzo pero soy consiente que así debe ser, estamos a un paso de asumir un papel relevante en lo social, SER DOCENTE, actor primordial de esa gran institución social que es la escuela. Claro que debemos prepararnos. El saber es la herramienta del docente ante un aula de adolescentes.
Se me preguntó en un examen ¿de que manera me sirve Ciencias del Lenguaje II en Didáctica de la lengua y la Literatura? Reflexionando en frío y sin los nervios propios de la situación examinadora, sostengo que no conteste ni el diez por ciento de su utilidad. Tratándose de un espacio curricular que asienta sus bases en la Lingüística.
Por ser esta tan amplia y tan compleja, necesita abrirse en diferentes ramas disciplinares, entonces estamos en presencia de disciplinas como la Psicolingüística, que en Didáctica se la considera para el tratado de la comprensión (o receptivo) y la producción (o expresión) de textos sean escritos u orales, interviniendo las macro habilidades de un ser humano: Leer, Escribir, Hablar y Escuchar.
Otra rama seria la sociolingüística, para tratar por ejemplo las variables o variantes que se pueden presentar en el aula. Como dice Pierre Bourdieu, “los alumnos que llegan al mercado escolar tienen una visión anticipada de las posibilidades de recompensa o del castigo que merece tal o cual tipo de lenguaje” entonces cuanto importa el conocimiento de esta rama de la lingüística como para poder situarnos y valga la redundancia en las diferentes situaciones escolares y prever con conocimiento de causa cuales son las posibilidades de perdida o de ganancia, según las competencias lingüísticas que disponen los alumnos.
Podríamos mencionar a la Pragmática, que estudia los diferentes usos del lenguaje en las diferentes situaciones comunicativas, donde se puede diferenciar el emisor, el destinatario, el enunciado que implica notar la diferencia entre enunciado y oración, el entorno o situación espacio – tiempo, donde también notamos una intención, una relación social. Todos factores de una o varias situaciones que podemos encontrar dentro de un aula, de la cual en un futuro no lejano, vamos a ser responsables.
Como dice Carmen de la Linde “la lengua es una forma del sujeto”. O también las palabras de Bajtín “los enunciados y sus tipos, es decir, los géneros discursivos, son correas de transmisión entre la historia de la sociedad y la historia de la lengua”. El que más y mejor maneje los géneros discursivos, mayor será su inserción y éxito en lo social.
Considerando la docencia como profesión y sin caer en “todólogo erudito” el conocimiento que maneje un docente hace de su alumno un sujeto pensante, que comprenda y que produzca todo en forma significativa para que suscite en él una actitud crítica. Indicar como se nos indico a nosotros, allá en primer año, que el lugar que no lleguemos a ocupar, se ocupará por otro. Poder exigir nuestros derechos con plena autoridad y convencimiento para hacerlo.
Descubrir en esa facultad humana, que nos hace diferente entre las especies, y que es llamado Lenguaje, su esencia de “ser social” y que tiene como función comunicar sentidos, y que es “autor” por que contiene y construye creencias y valores de los grupos que forman la sociedad.
Con esta pequeña pero gran introducción, aterrizo en el campo literario. Tan significativo para mi, como para cualquier persona que se atreva a soñar o a imaginar un mundo diferente. La literatura es una creación artística expresada con palabras, aun cuando no se haya escrito,